Descripción
Todos tenemos una madre en la tierra y todos estamos llamados a ser felices en el cielo. María nos enseña que para ser inmensamente felices en el cielo tenemos que ser felices en la tierra. Para ello, necesitamos una Madre que nos acerque a su Hijo.
Establecer relaciones con María, con la mujer más bella del mundo, nos conducirá a la Belleza y esta, a su vez, nos introducirá en el Misterio.
Vivir anclados en el Misterio, vivir de amor, es acercar el cielo a la tierra. Y eso es posible con María.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.